viernes, 3 de abril de 2020

Sábado, 4 de abril

¡Buenos días, familia!¡Vamos a a disfrutar de las vacaciones!

"No hay sábado sin sol, ni mocita sin amor", dice un refrán popular.

 ¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de refranes que utilizo en clase?

Es la  mejor manera de dar una buena explicación a todas las situaciones que se nos pueden presentar en la vida: Hay más de cien mil registrados en el refranero de la lengua castellana. Los hemos aprendido de nuestros mayores, y ellos a su vez de los suyos, y así sucesivamente hasta los anales de la historia. Son la sabiduría popular de la experiencia vivida.

"Si quieres un buen consejo, escucha a los viejos".

¡Ay los viejos! Podría haceros una reflexión de cómo veo yo a las personas mayores, (ya sé que habrá algún malvado, iba a decir cabrón,*menos mal que me he dado cuenta de que estoy en horario infantil*, pensando que yo también lo soy) pero sería demasiado triste. Vosotros no tenéis por qué calentaros ahora la cabeza con problemas de tan difícil solución. Además, estamos de vacaciones.

Me tiraría horas leyendo, explicando y aprendiendo de todo el legado de sabiduría que nos ha dejado el Refranero Popular.

Tengo una duda. No sé si estoy escribiendo para vosotros o lo hago para mí mismo. Pero como  con esto (espero) no daño a nadie; seguiré haciéndolo. Y así podré compartir parte de mis humildes conocimientos con vosotros, como también, espero estar aportando mi granito de arena en hacer que os sintáis más acompañados en esta situación tan extraña que nos ha tocado vivir. Y ya de paso, a que me conozcáis un poco mejor.

Cuando alguien escribe, se desnuda ante los demás, porque pone al descubierto, no solo cómo es por fuera sino, cómo es por dentro. Las palabras habladas se las lleva el viento, no así las escritas; estas se quedan para siempre como testigo mínimo de los millones de pensamientos que pasan cada día por nuestra mente, y que alguna vez atrapamos para dejar constancia de lo que se cuece ahí dentro. Pero eso, es desnudarse ante todo el mundo.

¿Sigue alguien ahí?

- ¡Estoy yo, profe!
- ¡Gracias! - Por un momento he pensado que estaba hablando solo como los locos.

¡Pues sí que os he soltado un buen rollo como para empezar bien la Semana Santa!

Siguiendo en la misma línea de chistes de ayer; ahí va otro, pero éste, de los clásicos.

Estaban el maestro de artes marciales y su discípulo sentados en lo alto de un acantilado, cuando el maestro pregunta a su alumno, a modo de explicación:

- ¿Que pasaría si echáramos una piedra al agua, mi pequeño saltamontes?
- Que se hundiría, maestro.
- ¡Muy bien! ¿Y si echáramos una hoja seca?
- Que esta flotaría.
- Estás en lo cierto ¿Y... si echamos un cigarrillo?
- ¡Pues venga, vamos a echarlo! 

¿Os acordáis el día que os hablé del teatro en los corrales de comedias y de nuestro amigo Lope de Vega? He encontrado unos versos suyos que, aunque escritos hace ya más de cuatrocientos años, son válidos para nuestros días. El legado de Lope es bastante mayor de lo que pensamos. No solo le debemos sus obras de teatro, al autor de "Fuenteovejuna", le debemos también algunas frases hechas y refranes del castellano, que utilizamos con mucha frecuencia como: "¿quién le pone el cascabel al gato?".


Juntáronse los ratones para librarse del gato; y después de largo rato de disputas y opiniones, dijeron que acertarían en ponerle un cascabel, que andando el gato con él, librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano, colilargo, hociquirromo y encrespando el grueso lomo, dijo al senado romano, después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner ese cascabel al gato?



 No dejo de buscar recursos en internet para que esto se os haga lo más interesante y educativo posible. Este vídeo que voy a poner aquí, me gustaría que lo vierais todos. Lo he sacado de uno de los profesores de sociales que más me han llamado la atención en vuestras clases televisadas. Me he quedado encantado con él y, buscando, me he encontrado esta joya suya de cómo aprender a estudiar. Vedlo cuando podáis, porque no tiene desperdicio. Me recuerda a aquel libro que leí y que me abrió la mente, cuando tenía que sacar buenas notas en todas las asignaturas y buscaba y pedía ayuda por todas partes para lograrlo.


Esta es la primera parte del método; ya os iré poniendo las siguientes. 

No, hoy no hay actividades. Solo con hacer la lectura de todo lo que os he escrito, ya has cumplido con creces con el objetivo de lectura del día.

 ¡Que paséis un buen sábado, familia! 










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